¿Mi figura es falsa? Descúbrelo con estas pruebas infalibles

Figura coleccionable

Imagina este caso. Acabas de comprar tu figura de coleccionista y, al recibirla, comienzas a tener serias dudas sobre el acabado y la calidad que presenta. La tienes en la mano, la ves… y empiezas a notar que no te gusta demasiado o no es lo que esperabas… ¿Será una figura falsa? 

También te puede pasar esto otro. Entras a una tienda que, sorprendentemente, tiene una de tus figuras favoritas a un precio extraordinariamente bajo. ¿Es una figura original? ¿Me están dando gato por liebre?

Si has llegado hasta aquí, probablemente has tenido alguno de estos casos, u otro parecido, a la hora de comprar tu figura de colección. Es un caso bastante más común de lo que imaginas. Por eso, en Dorokai queremos echarte una mano para que sepas en qué aspectos debes fijarte para reconocer una figura falsa de una verdadera.

Vamos a abordar algunos aspectos que son bastante obvios y que queda al ojo del usuario y otros que, sin embargo, requieren una atención especial. ¿Por qué? Porque cada vez es más común ver figuras falsificadas y, además, cada vez lo hacen con resultados más cercanos a la figura real. En cualquier caso, la diferencia sigue siendo apreciable. ¡Vamos a verlo!

¿Cómo diferenciar una figura original de una falsa?

Hay muchos aspectos que nos dan la fórmula para diferenciar una figura original de una falsa. La calidad y el acabado general es uno de ellos. Cuando la tienes en la mano, ya hay ciertos aspectos que te resultan extraños.

A veces, incluso, sucede antes de tenerla abierta y montada. Hablamos del embalaje, la caja, que para los coleccionistas es igual de importante porque forma parte de la totalidad de la figura (a casi todos nos gusta guardarla).

Vayamos, por tanto, a ver cada uno de los aspectos que nos harán reconocer una figura falsa. 

La pintura: Más apagada y menos minuciosa

La pintura de la figura es una de los aspectos que nos llaman la atención de primeras en el escaparate o cuando la tenemos delante. Muchas de las figuras de coleccionista destacan por sus colores vivos y llamativos que le dan ese aspecto tan deseable y nos llama a gritos para que la tengamos en nuestra vitrina.

Pues bien… esa vistosidad se pierde en generalmente en una figura falsa. ¿Por qué? Primero porque el material del que está hecha la figura es, probablemente, de peor calidad. El PVC del que están hechas muchas de las figuras de coleccionista originales tienen un componente ABS de alta calidad que se lleva especialmente bien con la pintura. Por tanto, si el material es peor, la pintura no se comporta igual.

Además, tampoco la pintura es la misma. Recuerda que, para que te puedan vender esa figura más barata, tienen que reducir en los costes de producción, es decir, en la calidad de los materiales. El resultado: colores más apagados, poco fieles a la realidad y, a veces, realmente dantescos.

Por otro lado están los acabados en la pintura. En el caso de la pintura de las figuras falsas, como no tiene un acabado profesional 100% y se dedican a replicarla en masa, la pintura suele ser irregular, con pequeños trazos que salen de sitio, rayaduras como si le hubieran pasado una uña, pegotes… en definitiva: acabados toscos de mal gusto.

Por último, la pintura falsa resiste mucho peor el paso del tiempo. Eso quiere decir que, en apenas unos meses (y eso si no le da el sol) tendrás una figura todavía con colores más apagados y turbios.

La forma: Figuras irregulares y pegotes en las juntas

A la hora de fabricar una figura, muchas veces se realizan varias piezas que después se ensamblan en la fábrica. 

Imagínate que tenemos una figura que tú, como consumidor, recibes de cuerpo entero y no necesitas montarla. Sin embargo, en la fábrica donde se ha creado, primero se hizo la cabeza, después el torso y, por último, las piernas. En el último proceso de creación, esas tres piezas se ensamblan para dar la forma final de la pieza. 

Cuando hablamos de una figura falsa, los puntos en los que se juntan esas piezas de fábrica son toscos, mal acabados y con unas hendiduras enormes que restan credibilidad a la figura. Se puede apreciar a veces en el pelo, detrás de las orejas, en las juntas de los brazos…

Además, tocando ciertos puntos de la figura como las puntas de los pies o los dedos, vemos trocitos o puntas del material del que ha creado que sobresalen de manera especial y se crean pegotes de plástico donde además se mezclan las pinturas de distinto color.

Las zonas de ensamblaje… ¡No encajan!

Las zonas de ensamblaje son otra de las pruebas del delito de la figura falsa. Como seguro que sabes, muchas de las figuras de coleccionista de PVC o similares vienen en varias piezas que han de juntarse una vez extraídas de la caja. 

La cabeza, las piernas o el torso, llegan por separado y han de unirse por un sistema macho-hembra que, si la figura es original y de calidad, entra con soltura. Además, una vez unidas, la separación de ambas piezas es imperceptible porque está hecha en lugares estratégicos. 

Eso no ocurre con las figuras falsas. Generalmente, en las copias las piezas encajan con dificultad y tienes que acabar haciendo una fuerza excesiva. Esto sucede porque los acabados de la hendidura o del saliente no están bien terminados. Además, muchas no encajan hasta el fondo y, por tanto, se verá una espantosa separación entre las distintas partes del cuerpo. 

Los detalles pequeños: Otro talón de Aquiles de las figuras falsas

En los pequeños detalles se aprecia también la diferencia entre una figura original y una falsa. Cuando más pequeña es la recreación de un elemento de la figura, más minucioso ha de ser el trabajo. Y ahí, precisamente, hace aguas la figura falsa.

Puedes comprobarlo en los dedos de las manos, en los ojos, en los objetos pequeños que llevan los personajes… si ves que los acabados son extrañamente irregulares, es una posible prueba de que te encuentras ante una figura falsa.

La base: Varias pruebas de figuras falsas

La base puede darnos otra pista para encontrar una figura falsa. Puede suceder de varias maneras. Una de ellas es encontrar una base completamente lisa, de un material demasiado endeble. Muchas de las figuras originales vienen con una base algo rugosa o, directamente, con algún tipo de serigrafiado del logo de la serie a la que pertenece, o directamente con el Copyright de la marca. Si no encuentras absolutamente nada, puedes empezar a sospechar. 

La caja de la figura: ni en la caja se esfuerzan

Solapas irregulares, cajas sin precinto, un cartón de muy poca calidad… son pruebas a tener en cuenta. Los coleccionistas de figuras solemos tener un especial cuidado con las cajas. Forman parte de la figura y, como tal, nos gusta guardarla, bien doblada, o bien detrás o debajo de la propia figura.

En el caso de las figuras falsas, la caja a veces es hasta asimétrica. Lo puedes ver en las solapas interiores cuando la abres. También pueden tener errores tipográficos al estar impresas en cartón de mala calidad.

Dos aspectos que pueden comprobarse en el embalaje de la caja son los logotipos y las fundas interiores. 

Los logotipos: Sin logos, o logos falsos

El logotipo de la caja es una señal inequívoca, probablemente la más fiable y clara, de que nos encontramos ante una figura falsa. Las cajas de las figuras originales suelen tener el distintivo de la marca y la colección a la que pertenece la figura. No sucede así con las falsas que, aunque imiten la decoración y forma de la caja, muchas veces no incorporan el logo.

Pero cuidado, porque otras sí copian hasta el logotipo. Es por esto que algunas marcas incluso han optado por crear logotipos holográficos, que son innegablemente más difíciles de copiar. 

Por otro lado, algunas veces los propios distribuidores a nivel nacional también incorporan sus logotipos con una pegatina. Puedes comprobar cuál es el distribuidor oficial de la marca en España y, si es de fiar y tiene la pegatina de la empresa, es buena señal de que tienes una figura original.

Las fundas interiores: ¿Se deshacen en la mano?

Es curioso también el caso de las fundas interiores. Como son piezas más baratas, los fabricantes de las figuras falsas tratan de reducir gastos en todo lo que pueden. Es el caso de estas fundas.

Normalmente, las fundas interiores que protegen la figura suelen ser bastante resistentes y lo ideal es abrirlas con una tijera. Te podemos asegurar que en muchas figuras falsas no necesitarás más que un ligero estirón porque son tan débiles que a veces hasta ya vienen perforadas. ¡Plástico del malo!

¿Cómo puedo saber si una tienda vende figuras falsas?

Ahora ya puedes decir que tienes las herramientas adecuadas para reconocer una figura falsa de una original. Sin embargo, ahora viene otro problema: cuando todavía no tengo la figura en la mano.

A la hora de comprar figuras de coleccionista en una tienda online, tenemos siempre la duda de si estamos comprando en un comercio que nos ofrece las figuras adecuadas y son todas originales. Si es la primera vez que compramos en esa tienda, y encima no podemos ver in situ la pieza, siempre podemos tener dudas.

Vamos, por tanto, a darte unas claves de qué señales puedes percibir a la hora de detectar una amenaza de que una web te puede estar ofreciendo una pieza falsa. Eso sí, ten en cuenta que son solo ideas orientativas, y no necesariamente tienen que ser pruebas inequívocas.

El precio: Desconfía de las tiendas muy baratas

La calidad, el diseño, la licencia… todo eso se paga. Por eso, cuando encuentras unas figuras especialmente baratas en relación con el resto de las tiendas, comienza a desconfiar.

Ninguna tienda realiza su actividad comercial por amor al arte. Un comercio necesita ganar dinero, porque es su razón de ser. Por eso no existen las grandes gangas sostenidas en el tiempo durante mucho tiempo. Si una tienda de figuras te ofrece un precio extremadamente barato, ten por seguro que a ellos les está costando menos. Por tanto… es muy probable que sea falsa.

Webs extranjeras de figuras: El peligro de la post-venta

Que una web sea extranjera no tiene por qué ser malo. Lo que sí suele ser un engorro es el proceso post-venta. Si no estás completamente seguro de que una tienda online de figuras en el extranjero te ofrece las piezas originales, te aconsejamos que no las compres. ¿Por qué? Porque a la hora de reclamar te será más difícil.

Por un lado, tendrás que entenderte con el servicio post-venta en un idioma diferente al tuyo. Además, la llamada de turno podrá salirte por un ojo de la cara y, por último, realizar la devolución al extranjero puede ser toda una odisea. Si dudas y compras desde España… siempre es mejor una web española de confianza.

¿Y si hablamos de las webs chinas? En Dorokai no nos gusta ser prejuiciosos y, de hecho, siempre decimos que un país que tiene un programa espacial no puede hacer todas las cosas mal. Pero es cierto que China es el paraíso de las falsificaciones. Por eso, aunque no queremos generalizar, de entrada desconfiamos de las tiendas de este país.

Imágenes diferentes a la original: Una figura que parece otra

Si una página web de figuras de coleccionista no es un distribuidor oficial, a veces no tiene acceso a las imágenes oficiales de los productos. Eso hará que utilicen imágenes diferentes que, o bien le proporciona su proveedor de figuras falsas, o bien las ha tenido que hacer el propio comercio.

Generalmente, ya de entrada en las fotos no pintará nada bien la figura, por lo que podrá ser claramente identificable que estamos ante una figura que es una copia de la original.

Imágenes pixeladas

Algunas tiendas online suben los productos en masa a la página web, sin ningún tipo de cuidado ni cariño por la información que ofrecen en la web: frases sin sentido, una web desordenada, poco cuidado con el diseño de la web… e imágenes pixeladas.

Si la imagen, de entrada, ya no es positiva, es perfectamente comprensible que tengas una desconfianza inicial. Como te hemos dicho anteriormente: ante la duda, déjalo estar. Seguro que hay otras webs mejores que te ofrecen más confianza aunque eso suponga pagar un poquito más.

¿Qué hago si he comprado una figura falsa?

Me han dado gato por liebre y detecto que tengo una falsificación. ¿Qué hago si he comprado una figura falsa?

Revisa bien la caja cuando recibas tu figura. Si puedes comprobar que es una figura falsa sin necesidad de desprecintar la caja, habrás ganado mucho, porque si la figura no ha sido abierta la tienda no tendrá problemas en devolverte el dinero.

Acto seguido, llama a la empresa que te lo ha vendido y cuéntales tu caso. Te aconsejamos que lo hagas con tranquilidad y educación. A veces, hasta las propias tiendas, con toda su buena fe, se “tragan” alguna de estas copias sin darse cuenta y las venden al consumidor final sin percatarse de ello. Cuéntales tu caso y que te den una solución.

Si no consigues que te devuelvan el dinero o no te quieren dar explicaciones, es complicado proceder más allá. Habrás perdido unos eurillos. No tienes una solución más allá que la de dejar de comprar en esa tienda.

¿Merece la pena comprar figuras falsas?

Dicho todo lo anterior, es cierto que hay coleccionistas que, en todo su derecho, prefieren coleccionar figuras que sean falsas. A lo mejor, no le dan tanta importancia a los acabados y prefieren tener figuras de mucho menos calidad pero tener más llena su vitrina. Es una opción respetable que se ejerce desde la libertad de cada uno.

Sí nos gusta recordar que, las franquicias que crean los contenidos que tanto nos gustan como los comics de DC o de Marvel, las películas, las series o los manga y anime, obtienen un grueso de su beneficio del merchandising, lo que incluye todas las figuras y réplicas.

Si compramos figuras falsas, estamos contribuyendo a que las marcas originales dejen de considerar rentable el comercializar determinados contenidos y, al final, cada vez habrá, no solo menos figuras en el mercado, sino también menos cómics, menos series, o menos anime. Cuando algo te apasiona, debes contribuir a que se mantenga.

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